
Carmelo Guillén Acosta
Director de la colección Adonáis de poesía
Con motivo de la exposición conmemorativa del 75 aniversario de la colección Adonáis de poesía en Ediciones Rialp, anunciada en la Biblioteca Nacional de España desde el próximo 7 de octubre al 17 de diciembre, agradecemos a la Fonoteca Española de Poesía su colaboración con este interesante audiovisual expositivo preparado para tan singular evento.
En él participan 37 poetas españoles vivos cuyos inicios se han visto marcados en la colección Adonáis gracias a la obtención de su Premio o de alguno de sus accésits.
Debido a la intensa actividad que viene desarrollando en la exploración de nuevos espacios para la creación poética, la Fonoteca se abre ahora a la mítica y más antigua colección de poesía de este país, mostrando una vez más ese empeño continuado por acercar la lírica no sólo a las redes sociales sino, como ocurre en esta ocasión, al lugar más emblemático de la cultura literaria española: la Biblioteca Nacional. Aquí encuentra lugar para su difusión, al tiempo que da voz e invita a la reflexión a los poetas seleccionados. En la exposición va a ser el único material audio-visual.
Adonáis, como es de sobra sabido entre quienes se dedican fundamentalmente a la creación literaria, surgió en los años cuarenta del pasado siglo, de la mano de Juan Guerrero Ruiz, bajo la dirección y entusiasmo del poeta José Luis Cano, contando con el favor de los más celebrados poetas de entonces: Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso y Gerardo Diego. A partir de su irrupción en la cultura española fue consolidándose como la única colección de poesía que se ha mantenido prestigiosamente en el tiempo, siendo en estos momentos y siempre la que más poetas de calidad ha proporcionado a nuestra historia de la poesía, manteniendo a través de sus tres directores (Cano, Luis Jiménez Martos y yo mismo) criterios muy parejos a favor del descubrimiento y la apuesta por autores jóvenes. Tal vez radique ahí gran parte de su éxito. Que la Fonoteca Nacional, junto a otras instituciones de renombre, se sume a este 75 aniversario, es una satisfacción enorme para quienes estamos a pie de calle en esta hermosa tarea de avivar la poesía en cualquier frente donde se impulse. A ella, a la Fonoteca, agradezco, pues, en nombre de Ediciones Rialp y en el mío propio, su tiempo para la elaboración de tan valioso documento que, sin duda, va a servir tanto de disfrute para quienes lo vean y escuchen en las voces de sus poetas protagonistas como, en un futuro, de acreditación histórica de primera magnitud.